sábado, 5 de marzo de 2011

Tipos de escurrimientos en función de su sistema

Los ríos, portadores de beneficios

Como todo es medible, en el ciclo hidrológico intervienen la precipitación, el escurrimiento superficial, la infiltración y la evaporación.

En cualquier proyecto relacionado con agua, es importante identificar tanto las condiciones geológicas así como otras características de la zona. Un escurrimiento no es ajeno a ello, por lo que conocer sus datos históricos, niveles, tipo de río y algunos parámetros más resulta valioso para el diseño de una obra.

En paralelo, es importante detectar el origen de los posibles acuíferos y escurrimientos superficiales que transitan por la zona de influencia de un proyecto, así como los materiales que existen, analizando características propias y qué efectos pueden llegar a producir, así como determinar los parámetros hidrodinámicos, potencial y el funcionamiento hidráulico del sistema tanto de los acuíferos como de ríos.

Ante ello, conocer el tipo de escurrimiento aportará datos valiosos para la realización de un proyecto hidráulico en un sitio determinado. Para ello, resulta importante e interesante identificar el tipo de escurrimiento.

Tipos de sistemas

La clasificación de un río, en relación al tipo de escurrimiento, está basada en función de la disposición de la red formada por las corrientes fluviales y sus afluentes.

El sistema dendrítico en conjunto presenta la forma de nervaduras de una hoja y se desarrolla en zonas donde la formación superficial es homogénea o en donde las capas sedimentarias tienen una posición horizontal.

El sistema arborescente, que es una variedad del dendrítico, se presenta cuando la roca que aflora es homogénea y fácilmente erosionable. La red de escurrimiento en más cerrada que en el sistema dendrítico.

El sistema rectangular es aquel en que los cauces siguen dos direcciones preferidas casi normales entre sí, estableciéndose en formaciones cristalinas que presentan un sistema de fracturas bien definido.


El sistema de escurrimiento de enrejado es un tipo de río que en conjunto da la impresión de una reja y se establece en formaciones plegadas, a lo largo del rumbo y del echado de las capas.

Un sistema radial se produce, como su nombre lo indica, radialmente y hacia afuera de un punto elevado. Se presenta principalmente en lugares donde hay proceso de erosión en intrusiones o volcanes.

Y una sexta clasificación, el sistema anular, que aparece cuando los cauces se encuentran en forma de arcos de círculo concéntrico, estableciéndose en áreas influenciadas por intrusiones ígneas o domos salinos.

Información valiosa para el cálculo de riesgos hidráulicos

El sistema de escurrimiento en una zona aporta, como se puede analizar, una serie de datos acerca de la geología, del probable comportamiento de las vías fluviales, lo cual en algunos casos tiene gran relevancia. Permite conocer el riesgo hidráulico de la zona, cómo deben y dónde emplazar obras y tener especificaciones claras contra eventos naturales. Como ocurre cuando aparecen las inundaciones fluviales, que son procesos naturales, periódicos y causa de formación de llanuras en los valles de los ríos, tornándose posteriormente en tierras fértiles donde tradicionalmente se desarrolla la agricultura.

Los incrementos bruscos de temperatura provocan crecidas en los ríos, como es el derretimiento precoz de las nieves, generando un deshielo mayor o nevadas en lugares inusuales, aportando grandes cantidades de agua a los ríos, provocando subida de niveles, y en consecuencia, desastres.

Las inundaciones no son ajenas a la ocupación del suelo. El caudal de los ríos es normalmente muy variable a lo largo de los años.

La erosión transforma la geometría de los escurrimientos
En lo que respecta a la erosión fluvial, es un fenómeno que consiste en la remoción de partículas que ocupaban en cierto sitio del terreno, su transporte, que puede ser mínimo, y su depósito. El principal agente erosivo en la corteza terrestre lo constituyen los ríos.

El tipo de erosión que verifican los escurrimientos depende de la etapa del ciclo geomórfico en que se encuentran. En la juventud, los ríos erosionan principalmente el fondo de sus cauces.

Al llegar a la madurez se tiene una cierta estabilidad aparente en el perfil de equilibrio, o sea, que la erosión y el depósito son equivalentes y el río tiende a erosionar sus márgenes. En la senectud, el poder erosivo de una corriente es mínimo y su tendencia es al depósito.

Un tipo de erosión que es importante es aquel que se desarrolla en la cabecera de los afluentes, en la cercanía de los parteaguas, llamada remontante o retrógrada por ser una erosión que avanza hacia atrás o hacia arriba.

El agua es un perfecto medio de transporte

El transporte del material puede hacerse en los ríos en tres formas diferentes. Por arrastre, que es cuando las partículas no pueden ser llevadas en el seno del agua corriente sin tocar el fondo por sus dimensiones. Puede decirse prácticamente que van rodando.

Por suspensión que es cuando las partículas son pequeñas y viajan en medio de la corriente o flotando en la superficie.

Y por solución, que es cuando el arrastre ocurre cuando algunos minerales son disueltos por el agua y transportados en forma de soluciones. Su depósito puede producirse por saturación o por reacciones químicas en el agua.

La capacidad de un río es la cantidad total de material que transporta de un momento dado. Por consiguiente, depende principalmente del gasto del río y, en menor grado, de la clase de rocas sobre las que corre.

La competencia de una corriente se mide en cuanto a su facultad de arrastrar los materiales gruesos. Una vía fluvial es más competente que otra cuando puede mover fragmentos más grandes.

Algunos datos representativos de un escurrimiento
Un río lento viaja a 0,15 metros por segundo y transporta partículas de arena fina como dimensión máxima. En la secuencia le siguen los arroyos, con una velocidad de 0,40 metros por segundo y permite el transporte de gravas. El caso de una corriente rápida tiene una velocidad de 1,20 metros por segundo y transporta aristas de hasta 5 centímetros.

Una corriente muy rápida presenta una velocidad promedio de 2,50 metros por segundo y permite arrastre de aristas de hasta 25 centímetros. Un torrente con una velocidad de 5,00 metros por segundo permite el tránsito de aristas de hasta 1 metro de largo. Y el escurrimiento máximo de montaña, con velocidad de 9,75 metros por segundo como mínimo, arrastra grandes cantos y rocas de hasta 250 toneladas de peso.

Para controlar la velocidad y erosión de un río, la reforestación de amplias zonas en la cuenca alta y media de los ríos contribuye a minimizar el efecto de las fuertes lluvias y por tanto su posterior crecida. Lo anterior llevado en forma sistemática y controlada permitirá reducir zonas de riesgos e inundaciones elevando a optimizar los sistemas de protección civil de comunidades enteras.


Fuente: http://www.suite101.net/content/tipos-de-escurrimientos-en-funcion-de-su-sistema-a42061#ixzz1Fjaj2c1N


Eurix Janeth Gómez V
CI 18392113
CRF

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